Sessió IL 27 de juny de 2005. Autor: Eicosapentaneoic
Verán Vuesas Mercedes, hay la seguridad que, cada época de la Historia modifica el fogón y cada pueblo, come según su alma, antes tal vez que con su estómago.
EL QUIJOTE En el Capítulo I
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivia un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de alga más vaca que carnero, salpicón las menos noches, duelos y quebrantos los sóbados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos consumían las tres paries de su herencia.
El Quixot, abans que es creiès cavaller, era aficionat a la cacera i a l’administració dels escassos bèns que posseïa; el seu nivell econòmic era tan baix que la major despesa era el menjar, encara que no era abundant en carns i llaminadures.
Els seus plats eren:
OLLA : És com una escudella barrejada on hi conviuen tots els productes, tipus hortalisses, verdures i alguna carn, prioritàriament oví però també boví.
SALPICÓN: Era la carn d’olla que es salpebrava i se’n feia embotit.
DUELOS Y QUEBRANTOS: Ous remenats o fregits amb trossets de carn. Es creu que l’origen era el bestiar de treball o vaques velles que, quan morien, eren l’origen dels DOLS i MALS DE CAP per als seus propietaris.
LENTEJAS: El llegum més abundant per les terres de Castella.
PALOMINO: Menjar els colomins propis era una forma senzilla de tenir aus que no feia falta alimentar perquè anaven elles soles a procurar-se’l i tornaven a casa.
Tal i corn diu el títol d’aquest treball, el seu objectiu és veure com es va arribar a les menges del segle XVI.
Després de vuit segles de convivència entre tres cultures, cristiana, jueva i àrab, es va produir una amalgama de costums i hàbits i, entre ells, els alimentaris que defineixen els plats que, al final, són els mateixos amb petites variacions que permetin dar-los una personalitat d’acord amb l’ànima. Definirem cóm es troben els hàbits alimentaris al segle XVI i, després, veurem cóm s’hi ha arribat.
PLATS E1 que es va convertir com representant de la cuina castellana va ser el COCIDO, que ve de l’olla i que després es va dir OLLA PODRIDA, la qual venía del plat jueu adafina, fins altres plats de més al sur, sopaipas y almojábanas o bunyols d’origen àrab.
L’Arcipreste de Hita, en el seu Libro del Buen Amor, ens introdueix als costums i classes d’aliments que avui estan a les taules particulars i a les cartes dels restaurants. Així com als costums on, als banquets, els cortesans menjaven en ESTRADOS que volia dir menjar de la mateixa escudilla i que avui es fa servir com MENJAR DEL MATEIX PLAT; també és un signe de fraternitat quan un grup menja en la mateixa paellera, paella o perol i es defineix com CUCHARON Y PASO ATRAS.
INGREDIENTS Els ingredients són molt més limitats que els de la cuina àrab.
METODES DE PREPARACIÓ Els procediments de cocció són les OLLES que sustitueixen els fregits dels àrabs.
EVOLUCIÓ L’evolució de les menges ve marcada per la hostilidad manifesta dirigida a la cultura anterior; així, primer la cultura àrab i la cristiana es posen en contra de la jueva i comencen a definir una aliança que perdurarà fins que s’expulsin els àrabs d’Espanya i comencin a dictar-se normes per canviar els hàbits dels cristians i diferenciar-los dels àrabs. Al final del segles XV i XVI es produeix un enfrontament entre els castellans i els andalusís que donarà peu al naixement d’una conciència nacional andalusí que es mantindrà dins l’àmbit de la cultura àrab.
La separació dels hàbits porta a l’edició d’unes primeres normes, publicades per l’Arquebisbe de Granada, com pràctiques socio-religioses. L’únic objectiu era separar ambdues cultures:
- El 22 de Marzo de 1498 se pregonó una carta del arzobispo de Granada en la que decía ” mandan que ningún christiano ni christiana venda vino a los moros, ni coman aves degolladas por ellos, ni se vañen en vaños de moros o de moras, ni las christianas para con parteras moras podiendo aver parteras christianas, ni arrienden a moros sus casas o palaçios para que en ellos fagan bodas….” y el Arzobispo defiende todo lo susodicho en virtud de obediençia e so pena de excomunión.
SOPA CASTELLANA DEL SIGLO XV
Ingredientes: 75 g de aceite o manteca de cerdo / 75 g de jamón magro picado / 100 g de pan del día anterior (si es posible, de hogaza) / 1 cucharada de pimentón dulce / unos granos de comino / 4 huevos / 3/4 L de caldo o agua / 2 dientes de ajo.
Preparación: Es la tradicional sopa de ajo. Cándido recuperó viejas recetas y le dio el nombre que la ha transformado en clásica. El secreto: no quemar el pimentón; dar sólo un par de vueltas y echar el agua enseguida.
- Picar el jamón y los ajos.
- Cortar el pan en rebanadas o láminas muy finas.
- Calentar el aceite (o la manteca) y añadir los ajos; freir hasta que estén ligeramente dorados.
- Agregar el jamón y las rebanadas de pan. Freir 2 min. Agregar el pimentón y dorar ligeramente.
- Agregar caldo o agua; sazonar y agregar el comino (si gusta su aroma o, si no, se puede omitir).
- Cuando la sopa empiece a hervir, agregar los huevos y escalfarlos durante 3 m.
Servir muy caliente. Vino recomendado: Un clarete.
DUELOS Y QUEBRANTOS. Se ha discutido mucho sobre la verdadera receta de los Duelos y Quebrantos. Siempre se discutirá. Algún estudioso ha dicho que, cuando un animal de labor como el buey o el burro, moría accidentalmente, se aprovechaba su carne y se solía cocinar un guiso así llamado porque su nombre evocaba el accidente sufrido por el animal y el dolor que embargaba al dueño. Sin embargo, por lo que han dejado escrito algunos autores del Siglo de las Luces y contrastando esta información con la receta que todavía se mantiene en alguna casa particular, sabemos que existía un plato llamado Duelos y Quebrantos que consistía en un revuelto de huevos con torreznos o tocino frito. Actualmente, en algunos restaurantes de Castilla-La Mancha, se prepara un plato llamado Duelos y Quebrantos que consiste en un revuelto con tocino, panceta y jamón. La receta tiene alguna variante. Hay quien la prepara, incluso, con sesos de cordero. Otros llaman Duelos y Quebrantos a huevo frito con jamón y chorizo. En fin, en cualquier caso se trata de un plato muy rico que Don Quijote comía los sábados como algo muy especial.
Receta:
- Se cortan en trozos pequeños unas lonchas de tocino entreverado, lo que hoy llamamos panceta o tocineta y se fríe en un poco de aceite, muy lentamente, con el fin de que el tocino suelte la mayor parte de su grasa. Sabremos que está a punto cuando el tocino flote en el aceite.
- Entonces, se retira todo el aceite y se le añaden al tocino unos trozos de sesos de cordero o cabrito, previamente limpiados con agua, sal y laurel. No es un ingrediente imprescindible pero es muy sabroso.
- Al rato, se añaden seis huevos de gallina que se irán removiendo en la misma sartén de la fritada. En resumen, este plato es un revuelto de tocino al que, a veces, se le añaden sesos o chorizo.
CAPÓN CEBADO CON LECHE 1 capón de 2 kilos / 2 litros de leche / 200 g de mantequilla / 1 palo de canela / 15 granos de pimienta negra / 2 clavos de olor / 12 raspones de nuez moscada / la piel de un limón / sal y pimienta.
- Encender el horno a 250°C. Limpiar bien el capón (que deberá tener dos cordeles negros o rojos a los lados de la cloaca, para aseguramos de que no haya sido capado a base de hormonas).
- Salpimentar bien interior y exterior de la gallinácea;
- Colocar en una placa alta que vaya al horno y añadir la leche y las especias. Tarda entre hora y media y dos horas en hacerse y hay que voltearlo cada media hora. Está en su punto si, al hincar una aguja en la juntura de una pata, penetra fácilmente. Por su parte, la leche no debe llegar a reducirse a menos de un dedo de altura; si lo hiciera, sería conveniente añadir un vaso de agua.
- Una vez cocinado y poco antes de servir, añadir la sal y pimienta deseada.
(seguirà en la propera entrada d’aquest blog)