NUTRACÉUTICO Y SU ETIMOLOGIA

 

llúdriga

Llúdriga, en castellà nutria. Nutracéutico en català no es diu lludrigacèutic.

Sessió  XXII  27 de juny de 1996   Autor: Tocoferol

I….SIMOS ATQUE M… FICOS (fruto de la higuera). S…ÑORES, S…ÑORAS (condimento alimenticio).

Tomemos NUTRACÉUTICO y después de separar sus partes (sin tomarlo en el sentido anatómico inferior) o porciones, analicemos cuali y cuantitativamente hablando: NUTRA – CEUTI –  CO

  • NUTRA: Contracción coloquial de NUtria (dicese del mamífero carnicero de piel muy apreciada)
  • CEUTI: Dícese y refiérese al natural de CEuta (con permiso del Rey Hassan)
  • CO: Apócope, contracción, siglas de COMPANY (compañía o sociedad en correcto idioma cervantino)

En total, uniendo cachos, nos queda:

NUTRACÉUTICO, igual a MAMÍFERO CARNICERO NATURAL DE CEUTA Y COMPAÑÍA o,  lo que es lo mesmo, CONJUNTO DE MAMÍFEROS CARNICEROS QUE VIVEN EN CEUTA.

Como dice un muy conocido letrado (acrónimo LGV) con muchos conocimientos y gran tesón ¿qué tiene que ver esta palabra con la alimentación? ¡iNADA!!, ¡y tiene razón!… ¿o no?

Porque si el mamífero carnicero, mentado en la definición, es la nutria, se puede parafrasear y se parafrasea que su carne se puede utilizar y se utiliza como alimento en ciertas áreas terrícolas y su envoltura puede emplearse y se emplea (sin el permiso de los ecologistas, que ya es decir) para producir artesanalmente atuendos vistosos para vistosas damas y/o caballeros y, al ser comercializada “supra scriptum“, se obtiene un capital (no rendible en cuentas de ahorro en la actualidad} pero sí utilizable y utilizado para la posible adquisición de alimentos de valor estético, social y nutritivo probados.

De ello deducimos que, indirectamente, una de las acepciones conceptuales asociadas a la palabra NUTRACEUTICO sería la de alimento directo, indirecto y algunas veces circunstancial, de acuerdo con el proceso de obtención utilizado.

Luego se produce una franja obscura de comprensión del vocablo que, con toda humildad, propongo sea aclarada en el seno de esta venerable y venerada, respetable y respetada Organización Académica por sus sesudos componentes en sesión/nes ordinarias o extraordinarias futuras y/o venideras.

VITA (QUE SOY YO) DIXIT vobis (que sois vosotros).

ceuta-desde-el-cielo

Ceuta des de l’aire. Des d’aquí no es veuen les abundoses llúdrigues dels torrents del Monte Hacho.

HOMICIDIO JUSTIFICADO

lomo de venado

Llom de cérvol rostit

Sessió XVIII .  17 de gener de  1995. Autor:   Triptòfan

Se sentía particularmente inspirado. La tercera estrella Michelin parpadeaba en su retina. Se disponía a realizar una chef d’ouvre y, para una plena dedicación, no iba a intervenir ni en la supervisión de los otros platos de su restaurante, confiando a ciegas, por una sola vez, en el buen oficio de sus colaboradores. Se aisló, pues, en un rincón de la cocina y respiró hondo. Con manos ligeramente temblorosas por la emoción dispuso ordenadamente las materias primas y los ingredientes sobre la impoluta mesa:

1 kilo de lomo de venado con hueso (proporcionado por el propio Cliente que le había encargado “un buen plato de caza; lo dejo en sus manos, lúzcase“)

1 membrillo de 250 gramos (proveniente de Puente Genil)

3 marron glacé (castañas francesas, confitadas personalmente durante un mes)

200 gramos de azúcar (mitad remolacha, mitad caña)

100 gramos de harina de trigo (Tierra de Campos, 75% de extracción)

1 cebolla leridana (cultivo biológico, sin abonos ni insecticidas)

2 dientes de ajo alcarreño (idem cebolla)

1 puerro pequeño y fino (del propio huerto del estaurante)

1 zanahoria extremeña (con certificado de sanidad)

1 tomate natural muy maduro (de Canarias, ecológico)

1 ramita de tomillo (colectado a mano en el Berguedá)

1 hoja de laurel (procedente de ()limpia, Grecia)

10 gramos de pimienta negra (recibida directamente de Java)

2 clavos de olor (por avión, desde las Molucas)

1 botella (750 ml) de vino tinto de Rioja (cosecha 1964)

1 copita (40 ml) de cognac Clos-Grandmairie

2 cucharadas (20 ml) de vinagre de nuez (elaborado con vinagre italiano y nueces búlgaras)

23 gramos de sal marina (Torrevieja, Alicante)

2 decilitros de aceite de oliva extra virgen (D.O. Córdoba, después de rechazar otro, muy recomendado pero sospechosamente procedente de Asturias)

Una rápida ojeada le aseguró que tenía a mano el fumet y el bouquet garni; retocó la verticalidad del gorro del que, estaba seguro, fluía el aura de los Grandes Maestros y empezó.

Deshuesó el lomo por un lado y los recortes por otro. Troceó el espinazo en trozos pequeños para luego hacer la salsa junto con los recortes y la piel.  Preparó una marinada, en recipiente de acero inoxidable, con todas las verduras cortadas en trozos grandes, las hierbas aromáticas, las especias, una pulgarada de sal, el vinagre y los alcoholes, por este estricto orden. Añadió el lomo, los recortes y los huesos y lo metió en el frigorífico a 4,5°C para que marinara durante la noche.

Durmió inquieto. Se aseguró mil veces mentalmente de la calidad de los ingredientes y del orden y técnica con que los había manejado. Procuró apartar las tentaciones a introducir novedades en la guarnición: ¿bola de helado de mango?…. ¿lasca crujiente de jamón de cerdo alimentado exclusivamente con bellotas crujientes?  ¿mousse de castañas pilongas y queso de Cabrales?  ¿o unos figuradamente plebeyos garbanzos torraos? Nunca sabes dónde descubren los críticos que eres un genio.

Al día siguiente, acudió al mercado de forma rutinaria, como cada día pero se dio cuenta de que las tentaciones a modificar su plato arreciaban: ¿Unas anchoas mechadas en la carne?  ¿Un coulis tricolor, como fondo?…. ¿Unos perdigones caramelizados, para realzar la idea de caza?

Se apresuró a refugiarse en su restaurante. No quiso que el maitre le informara de las reclamaciones que se habían producido en su ausencia. Ya habría tiempo de averiguar su causa y si alguno de sus colaboradores merecía serle retirada la confianza. Ahora no admitía distracciones, no podía perder la presente excitación creativa.

Comió algo, mientras rememoraba sus éxitos, especialmente durante el magnífico período en el que imperó la nouvelle cuisine. ¡Qué afán el de la clientela por reencontrar los sabores naturales! ¡Qué gozosa sensación poder servir una ensalada semitibia de acelgas crudas y rabanitos chafados, con adorno de nieve de agua mineral, seguido de minifiletito de lubina marina sobre lecho de algas rojas, al aroma de la desembocadura del Yang-Tse-Kiang! Y de postre, sugerías una orange enrobée dans sa própe écorce y lloraban de emoción.

Y luego la cuenta, en consonancia con el tamaño de los platos en los que se perdían las minimalistas raciones… ¡Qué tiempos! Incluso se había atrevido a proponer la tortilla integral, con la cáscara del huevo finamente incorporada.

Ahora volvemos a la contundencia de la cocina casera pero sin caer en el antiguo error de adosar una mesita al lado de la mesa del cliente y preparar allí las salsas, los flambées o el chocolate de las profiteroles. Se percibía el recelo del cliente: “He venido a comer, no a examinaros. Traedme los platos ya preparados de la cocina porque,así, siento la misma desorientación que cuando acudo a un concierto de música clásica moderna. Sale la orquesta y, lo primero que hacen, es ponerse a afinar los instrumentos. Por favor, salgan ya afinados porque, con la música actual, nunca sé cuándo han terminado de afinar y cuándo ha empezado el concierto!

Se lavó concienzudamente las manos, endosó la vestimenta de Gran Maestro Cocinero en el que destacaban los dijes y medallas competidamente conseguidos, rectificó la verticalidad del gorro y prosiguió su camino de perfección.

Tomó el lomo de venado y lo reservó aparte, la verdura en un escurridor y los recortes y huesos en otro. Puso al fuego una sartén con 90 ml de aceite y, cuando su experiencia le indicó que ya estaba a 175°C, añadió los huesos y los recortes para dorarlos. Después añadió la verdura y el tomate maduro, someramente concuasado, y rehogó hasta que el conjunto adquirió el tono dorado. Espolvoreó la harina, agregó el jugo de la marinada, dejó reducir hasta la mitad, mojó con agua natural de manantial controlado, tapó y dejó cocer una hora y 37 minutos. Pasado este tiempo exacto, lo sacó del fuego, rectificó de sal y lo coló por el chino.

Puré de membrillo: Lo coció en agua desmineralizada 9 minutos y 15 segundos; lo peló y lo cortó en dados de 1 cm de arista. Lo pesó y le echó la misma cantidad de azúcar en un perol  al fuego hasta hacer caramelo punto de hebra; añadió los dados del membrillo y dejó cocer lentamente hasta que la carne estuvo muy tierna. Trituró, coló por un fino y reservó.

Le avisaron de que el Cliente ya había llegado. Ordenó que le entretuvieran con unos petit fours ligeramente salados y se dispuso al gran final.

Puso al fuego otra sartén nueva con 110 ml de aceite y, cuando estuvo a 144°C, añadió el lomo salpimentado. Lo doró por todas partes y lo metió al horno 5,00 minutos a 253°C

Emplatado: Salseó la mitad del plato con el fondo de verduras, huesos y recortes; cortó tres lonchas del lomo (8 mm) y las dispuso sobre la salsa. Écartés. Al otro lado del plato y con la manga pastelera, vertió el puré de membrillo en tres montañitas de tamaño decreciente y colocó un marron glacé en cada cima. Por supuesto, se negó como siempre a rematar la presentación con la hojita de menta fresca o el perejil; lo consideraba una txorradita típica y tópica de la cocina vasca. Tras una última pero exigente mirada a su obra, llamó al maitre.

Secándose las manos en el limpio delantal, espió tras las cortinas. Vio la cara radiante del Cliente al ver el plato. Incluso le pareció que todo el restaurante quedaba en silencio. El Cliente, sin abandonar su semblante embelesado, dijo sin levantar la voz: “Per-fec-to! Por favor, traígame una coca-cola y el ketchup….”

Si no llega a ser Gran Maestro Cocinero, si no llega a temer que la tercera estrella Michelin podía peligrar, lo hubiera convertido en chop-suey. Pero todavía hay clases: el Cliente pasó a la categoría de bistec tartare.

bistec tàrtar tradicional

Bistec tartare tradicional

TRIPTOFÁNTICA A LOS RELAPSOS

ciceró

Ciceró, autor de les filípiques i les catilinàries.

Sessió XVII    13 Octubre 1994    Autor: President Triptòfan

SESSIÓ PUNITIVA provocada per la manca de disciplina d’alguns Académics al no assistir ni excusar-se a la Sessió Extraordinária celebrada el passat mes de Juny al convent de Sant Jeroni de la Murtra.

ORDRE DEL DIA

1.- Exposició pel Sr.Secretari de les regles, no escrites peró implícites a ‘APA, d’obligat compliment per al major respecte i gloria de l’Academia i deis 11.1ustres Académics.

2.- El Sr.President fará lectura de la “cartilla” als Srs.Académics que han mostrat tendéncies d’insubmissió a l’APA.

3.- Opinions recolzatóries als punts 1 i 2.

4.- Audiéncia deis implicats per presentar les excuses, si les tenen.

5.- Cónclave privat d’APA per determinar la punició.

6.- Presentació per ITILlustre Sr.President del CATECISME DE L’ACADEMIA DE PRINCIPALS ALIMENTARIS

TRIPTOFÁNTICA A LOS RELAPSOS

(Se procedió a un cambio provisional de sitiales, agrupando a los denostados)

Ésta es una sesión punitiva y la reprensión debe dirigirse directamente, sin posibilidades de dilución o de efectos de difracción.

¿Cuál es el origen causal de esta reprensión, bronca o filípica? (Ni filípica ni catilinaria, triptofántica!) La ausencia injustificada y, por ende, injustificable a la Última Sesión, abierta y que, para más INRI, se celebró en lugar sagrado.

Injustificable, de por sí: la altísima responsabilidad de los Académicos impide que se sustraigan al derrame de su Ciencia, dejando huérfana y desahuciada de conocimientos al resto de la Academia.

Y,  colmo del oprobio, del deshonor, de la deshonra, del descrédito, de la mancilla, del baldón, del deslustre, del estigma, de la afrenta, de la ignominia, del vilipendio y de la infamante vergüenza, el pecado de escándalo propinado a catecúmenos y público adepto.

Ahora, relapsos, soportad humildemente el zurrapelo que esta Presidencia, con tanto personal dolor como impersonal justicia, debe administrarles. Porque, ex-dignísimos Académicos, por decirlo delicadamente: jodísteis la marrana.

(Ruego al Sr.Secretario que tenga a bien de ocuparse de la traducción simultánea)

Quosque tandem abutere patientiam nostram? (¿Hasta cuándo, esta dignísima Academia, deberá soportar vuestros desacatos?)

Qui, que, quod? Gloria Academica non exoneran (¿Pues qué? ¿Os parece que el haber alcanzado la suprema gloria del Academicato os exonera de vuestras altísimas responsabilidades?)

Ja, jae, juod! Erravit, erravit, nam exsuitantem vobis et praefidentem vobis, imperi leges insistent. (Erráis, erráis. Aunque exultéis y confiéis temerariamente, las leyes os sujetarán al yugo)

Multa res necessario praetermitienda sunt: gratia et amoris. Maxima severitas obligat. (Muchas cosas habrá que dejar de lado: disculpas y enchufes. Es obligada la máxima severidad)

Nil moveor lacrimis atque ungue morso. (No nos moverán las lágrimas ni el morder de uñas)

Rumpampalurdum tumturuntells praesecs. (Y, aún así, la caridad suavizará el rigor. Seremos rigurosos pero no rígidos. Estrictos pero no intolerantes. Inexorables pero no despiadados. Implacables pero no insensibles)

Quid? tu, vir optumo, ecquid habes quo dicas? (¿Qué, tú, buen hombre, tienes algo que decir?)

Tace, tacere, “quid hoc clamoris? “Quibus tanta confidentia? Auferte istam enim superbia! (Callad, callad! ¿Por qué este clamor? ¿Por qué tanta arrogancia? ¡Fuera este orgullo!)

Quod dicas? Pulcra intentionem? Bene facta male locata, male facta arbitrar. (¿Qué decis? ¿No fue mala intención? Hechos buenos mal colocados, como hechos malos los cuento)

Clamor Academia ad vobis veniat. (La indignación de la Academia clama a vosotros)

N.del T. Carai !

catilinària 2

Ciceró pronunciant les catilinàries. Autor de la caricatura: John Leech.

CRONOLOGÍA ALIMENTARIA DESDE EL AÑO 1000 AL 1

llibre cuina ricard ii

El llibre de cuina de 1390, manuscrit, fet a la cort de Ricard II.

Sessió XVI  juliol 1994.     Autor:  Lactil

El fin del mundo no tuvo lugar en el año 1000, como los profetas habían predicho, y el hombre comenzó a conocer nuevos alimentos.

Las patatas y el maíz se cultivaban en Perú y en 1191, mientras las grandes catedrales se erguían por toda Europa, el té se hacía popular en Japón procedente de China.

En 1300, Marco Polo regresaba a Italia con la pasta y los alquimistas europeos descubrían cómo destilar el alcohol.

En 1330, el mal aliento comenzaba a ser un problema social y el rey Alfonso XI de Castilla prohibía a sus caballeros entrar en la Corte o charlar con otros caballeros hasta 1 mes después de haber comido ajo o cebolla.

En 1390, el Maestro Cocinero del rey Ricardo II escribió uno de los primeros tratados de cocina europeos conocidos: “El arte de cocinar“.

Hacia 1450, la ciudad de Mocha (Moka) en el Yemen cultivaba la mayor parte del café mundial (tal y como nos relató nuestro Académico Cafeína)

El primer libro de cocina preparado con una primitiva imprenta fue el “Maestro Cocinero“, aparecido en Nuremberg en 1485 y fue tan popular que se reimprimió 56 veces.

Cuando en 1492 Cristóbal Colón, despistado él, desembarcó en “las Indias”, descubrió nuevas frutas y verduras que tiempo después se popularizaron en Europa (patatas, tomates, cacao, cacahuetes, maíz, mandioca, piña, judías, etc.).

En 1500, el primer libro de cocina era impreso en Inglaterra y se llamaba pomposamente “Este es el Libro de Cocina“. Estaba dedicado a las cocineras de las clases privilegiadas y resumía las recetas de la época Medieval. A pesar de su explícito título nunca tuvo gran impacto (excepto en ser el primero) y quizás éste es un motivo del poco éxito de la cocina británica.

En 1514, la piña americana llegaba a Europa y, tres años después, el café, seguido, como nos contó el Académico Teobromina, del chocolate proveniente de Méjico. Los primeros pavos se reproducían en Inglaterra hacia 1524 y el azúcar de caña se cultivaba en Brasil en 1532. En 1542, el Papa Pablo III daba forma oficial a la Inquisición en Roma y el “físico” de Enrique VIII, entre decapitación, defunción y autopsia, tenía tiempo de escribir “La Dieta Saludable” en la cual explicaba al resto de “físicos” las bondades de una cocina sana para la recuperación de enfermos.

Hacia 1568, el Deán de la Catedral de San Pablo ponía a punto la cerveza embotellada, la cocina italiana se convertía en la más creativa de Europa, los tenedores eran introducidos en Francia hacia 1580 y un joven Galileo, antes de que la Inquisición le condenara, era profesor de Matemáticas de la Universidad de Pisa.

Algo más tarde, en 1601, Thomas Coryate introducía el tenedor en Inglaterra con lo que, añadiéndolo a la cuchara, facilitaba la sujeción de la comida y reducía los problemas de lavado de manchas.

Por mediación de la Compañía Holandesa de Indias, en té se introducía en Europa en 1610. En 1615, los libros de cocina se hacían populares en Europa y las primeras cosechas de patatas crecían en Alemania.

París consumía su primera taza de té en 1636 y Rembrandt pintaba su autorretrato simultáneamente a la apertura del primer café público en Venecia en el año 1640.

El café y el té eran introducidos en Inglaterra en 1650 y la primera Casa de Café londinense abría en 1652 mientras que el chocolate, como bebida, era introducido cinco años después.

En la ciudad de Cheddar se elaboraba el conocido queso en 1666, el mismo año en que Isaac Newton medía la órbita de la luna.

El primer suicidio alimentario conocido fue cometido en 1676 por el famoso chef Vatel el Grande al no poder preparar una cena a base de pescado para Luis XIV, por retrasarse el pescadero. (A este cocinero se le supone la preparación del primer helado en Francia).

Denis Papin creaba la olla a presión en 1680 y los pasteleros de Viena reinventaban el croissant, dándole forma de hoz como homenaje-tributo a la bandera turca cuando los vieneses lograron detener el ataque otomano sobre la ciudad.

Finalmente, en 1698, la Casa del Chocolate de la Sra. White abría en Londres y se convertía en la sede del Partido Conservador y en el primer club privado de Inglaterra.

Continuará 

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François Vatel el gran, cuiner francès de la cort de Lluis XIV, que es va suicidar perquè els peixos frescos que esperava van arribar tard i no va poder preparar el plat.